Génesis
En las sagradas escrituras el primer libro de Moisés se llama por su palabra inicial "Bereshit" que significa "al comienzo." El nombre griego de este libro "Génesis" indica su contenido.
La historia de los orígenes plantea una serie de interrogantes fundamentales para el hombre: ¿cómo se originó el mundo? ¿Qué relación existe entre el cielo y la tierra, entre Dios y el hombre? ¿Cuál es el sentido de la existencia humana? ¿Cómo y por qué ha entrado el mal en el mundo? Los once primeros capítulos del Génesis responden a estas y otras cuestiones elementales de la vida. La descripción de la creación del mundo persigue la finalidad religiosa y no científica: mostrar que Dios es la causa primordial de todo lo existente. El mundo y todo lo que constituye el mismo, aparecido no casualmente sino por la voluntad del creador. El hombre no es sólo un animal, él lleva en sí el soplo Divino, su alma inmortal, a la semejanza de Dios. El hombre esta creado para designios superiores, el perfeccionamiento en la virtud. El diablo es el causante de la caída del hombre y la fuente del mal en el mundo. Dios siempre se preocupa por el hombre y dirige su vida hacia el bien.
El libro fue escrito para dar al hombre la idea del origen del mundo, el comienzo de la historia humana, ya que las tradiciones orales tienden a olvidarse, y además para conservar en toda su pureza, las profecías primordiales sobre el Divino Salvador del género humano, el Mesías.
En el libro del Génesis se puede percibir aún el eco de distintas voces. Son las voces de varias generaciones: una larga tradición oral, que más tarde fue fijada por escrito, dando como resultado el texto actual del libro. El lector atento puede descubrir en sus páginas las huellas de diferentes autores y redactores. Puede ser éste un ejercicio interesante; pero lo que más interesa es captar el mensaje de fe y esperanza en Dios, tal como lo vivió y experimentó el antiguo pueblo de Dios. Fe y esperanza en un Dios que modela al hombre a su imagen y semejanza; un Dios fiel a sus promesas, cuyo plan de salvación abarca desde el principio hasta el final de los tiempos.
Todos los relatos del Génesis contenidos en 50 capítulos, pueden ser divididos en 3 partes: la primera cuenta el origen del mundo y la caída del hombre, la segunda relata la historia de la humanidad antes y después del diluvio universal y la vida de Noé (4-11 cap.). La tercera contiene la historia de los tiempos patriarcales. De todos los pueblos de la tierra, Dios eligió una familia, un hombre: Abrahán para hacer de él su propio pueblo, en el que serían benditas todas las familias de la tierra (Gn 12-50) contiene la historia de esta familia en tres generaciones: Abrahán, Isaac y Jacob. Estas historias muestran la actuación de Dios: cómo ha ido preparando a su pueblo en orden a la salvación del mundo. Los patriarcas testimonian la fe en este Dios, que acompaña, guía y salva al hombre en su caminar.
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