Hola mi Corazón:
Espero que estés como siempre. Yo aquí desde que te fuiste me siento bien. Vivo, canto bailo. La gente piensa que estoy bien y ese es mi gusto. Mi familia siente que estoy realizada. Piensa que hago lo que quiero cuando quiero. La realidad es otra. La realidad es que cada día de mi vida pienso en ti y en como serian las cosas si estuvieras aquí.
De la vida te cuento que no me quejo. Que la vida me ha tratado bien. Que el amor ha tocado a mi puerta para quedarse y arrullarme con la dulzura de los besos de alguien maravilloso y lleno de deseos.
Tengo hermosos hijos a quienes veo crecer y siento el miedo de la despedida que se acerca con el tiempo. Que van creciendo haciéndose hombres y mujeres que algún día dejaran el nido para volar lejos tal y como tú lo hiciste. Te fuiste con tu amor, con tu vida dejando en todos el vacio de alguien que se va sin despedida.
Pero aun cuando en mis sueños te siento llegar y abrazarme al despertar me haces falta, quisiera sentir tu abrazo tu beso tu deseo de estar conmigo. Pero así es la vida. Nos llaman lejos sin permitirnos despedida.
Ahora si mi cielo quiero que sepas que estoy preparada para verte cuando así disponga el tiempo. Siempre digo que el tiempo de Dios es perfecto pero muchas veces no comprendo lo que lo mueve a separar a quienes se aman aun sin conocerse. Nuestra relación fue así. Solo te sentí en mí y fue hermoso. El pensar en tu llegada me hizo vivir emociones y encantos de amor y de cariño.
Pero la vida te aparto de mí. Aun así quiero que sepas que te tengo guardado en mi alma. Que mi amor siempre estará allí atesorando los pocos momentos que vivimos juntos y soñando estar contigo cuando duermo.
Dios te bendiga mi amor, Dios te bendiga mi cielo.
Dios te bendiga mi amor, Dios te bendiga mi cielo.
Mama
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